Resumen Lecturas Módulo 3

"Enfoques de Diseño Instruccional para el aprendizaje basado en Tecnología Educativa"

Uno de los factores que han ido evolucionando sincrónicamente con la humanidad, es la tecnología. Al hablar de tecnología, Bates (2003, pág. 48) la describe como sigue, “Las tecnologías son todas las cosas físicas”. La presencia de la tecnología siempre se ha manifestado a lo largo de la historia. Tapscott (1998) señala que, a los inicios del siglo XX, las comunidades sociales comenzaron a interactuar con las tecnologías presentes en su época. A raíz del impacto que ha tomado la globalización en el mundo, la tecnología se ha introducido con mayor fuerza en diferentes entornos, y uno de ellos ha sido el área educativa.

Hablando del aspecto educativo, y en la búsqueda de la incorporación de la tecnología, como herramienta de apoyo en el proceso enseñanza-aprendizaje, fue necesario hacer una modificación en el modelo educativo existente. A fin de centrar la enseñanza en el alumno, ya que éste, al vivir en un mundo meramente tecnológico deberá ser capaz de ir construyendo su propio conocimiento requerido, y debido a esto, el rol del maestro también se debe tornar diferente, es decir, el maestro ya no tendrá la función de enseñar sino de guiar.

En este mundo educativo del siglo XXI, Lozano (2007, pág. 422) señala que el nuevo rol del maestro será el de “facilitador, tutor, asesor, acompaña, monitorea, da seguimiento, guía y retroalimenta a los estudiantes”.

Con la inclusión de la tecnología en la educación, se busca no solo cambiar el modelo educativo, sino también reducir la brecha digital (Castells, 2001), es decir, que todo individuo debe tener acceso a la tecnología a fin de recibir educación sin importar el tiempo y la distancia. Es por ello, que hoy en día existe la educación a distancia, en sus diferentes modalidades. Bates (2003) menciona dos tipos de tecnología en la educación a distancia: asíncrona (foros de discusión, correo electrónico) y síncrona (chat, videoconferencia). Para elegir cuál es la más conveniente, es necesario considerar los objetivos del curso y de aprendizaje, esto se logrará haciendo una buena planificación y análisis del curso que se desea desarrollar.

Pero, ¿cómo saber si los alumnos también tienen alguna inquietud o problema? ¿Cómo realizar un buen diseño de un curso en línea? El papel del docente en la enseñanza presencial es difícil y en la modalidad virtual se torna aun más. Un buen facilitador debe recibir capacitación cubriendo los siguientes puntos como señala Lozano (2007): conocer qué es un curso en línea, la manera en que aprende un alumno a través de un curso en línea, el uso de cierta tecnología utilizada en la educación y como diseñar estrategias para aplicar el contenido de un curso. Además, el facilitador debe ser cordial y motivador en el trato hacia los alumnos, responder a tiempo cuando estos tengan alguna duda, y ser frecuente su participación en foros de discusión, si éste se utiliza como medio de comunicación.

Las formas de evaluación toman un trato especial. Como ya se mencionó, usando la tecnología se busca reducir tiempo y acortar distancia. Debido a que en ocasiones, resulta costoso, al alumno, el acudir a cierto centro educativo para presentar un examen, hoy en día, existen plataformas que cuentan con la opción de aplicar exámenes en línea. Para dar flexibilidad a la comunidad de estudiantes, la mayoría de las veces solo se acuerda una hora específica que pudiera facilitar el acceso de ellos para llevar a cabo la evaluación. Dependiendo del tipo de respuestas, las herramientas pueden arrojar la calificación final de las evaluaciones aplicadas.

Existe una responsabilidad por parte de los alumnos dentro del proceso de evaluación, y éste es la autoevaluación. Lo anterior, lo describe Lozano (2007, pág. 399) como “el proceso por medio del cual los alumnos evalúan tanto su esfuerzo durante el curso, como el grado en el que ellos creen que los objetivos de aprendizaje han sido logrados”. A través de la autoevaluación, el alumno demostrará su sinceridad, al expresar si el objetivo del curso ha cumplido con lo establecido. De igual forma, existe la coevaluación y por medio de este proceso el alumno calificará las contribuciones y el desempeño de sus compañeros a lo largo del curso. Sin duda, en éste último proceso de evaluación se asume un compromiso de honestidad al juzgar el papel de sus compañeros.

Finalmente, podemos concluir, que la labor del facilitador es un gran reto ante la nueva sociedad del conocimiento en este mundo globalizado, donde el alumno del siglo XXI necesita ir construyendo su propio conocimiento en una gran inmensidad de información y además, éste irá desarrollando diferentes habilidades que lo harán competente.

Referencias
Bates, A.W. and Poole, G. (2003). Effective teaching with technology in higher education. San Francisco: Jossey-Bass.

Tapscot, D. (1998). Creciendo en un entorno digital La Generación Net. Ed. Mac Graw Hill Interamericana. Bogotá, Colombia.

Lozano, A. y Burgos, V. (2007) (Coord.). Tecnología educativa: en un modelo de educación a distancia centrado en la persona. Distrito Federal, México: Limusa.

Castells, M. La Galaxia Internet. Barcelona: Areté, 2001. 316 p. Recuperado el 14 de octubre de 2007 de http://www.ub.es/geocrit/b3w-374.htm